domingo, 5 de setembro de 2010

La Felicidad


La Felicidad


     Feiche un ligero golpe en la cara causándole a despertar, se levantó, fue al baño, se cepillaba los dientes, se lavaba la cara, miró en el espejo. Se sentia vigorizante, fuerte y vital de nuevo. Se vistió y se fue. Miró al cielo, el sol se ponía en lo alto, el día fue impresionante y hermosa. Thomas bajó las escaleras, por supuesto, se sentía bien, muy bien, ya que finalmente fueron liberados de las cadenas que lo aprisionaban, como si el sol de ese valor, como si los colores a tu alrededor encantados de hacerlo - me siento tan bien hoy, muy emocionado - respiraba a la ligera. El día empezó a tener sentido de nuevo ...

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